viernes, 14 de septiembre de 2012

DÍA 23: El DESAPEGO
Los muralistas firmaron la obra días atrás, la dieron por concluida.

Tal vez faltó un poco de pintura en el fondo, pero el bolsillo ya no daba y nadie ofreció comprarla, aunque Dábura está ahí gratis para todos.

O quizás Dábura agotó a Enzo y a Tom. La última vez comentaron que un hombre que pasaba les ofreció pagarles por un mural para su kiosco.

Así es la pasión atrapa unos días y pronto necesita otra motivación
El muralista parte sin mirar atrás, se desprende de su obra que ya es propiedad de la calle. ¿No es esa la esencia de la transitoriedad?